Eric Adams, alcalde de Nueva York, intenta llegar a un acuerdo con los migrantes venezolanos y de otras nacionalidades que fueron desalojados de un hotel, para reubicarlos en un refugio y que así cese su protesta a las afueras de la calle, en frente del Hotel Watson.
Los migrantes han pasado al menos dos noches durmiendo, incluso en medio de las heladas temperaturas que registra la llamada “capital del mundo”.
“Allí no hay calefacción y está haciendo frío, los colchones se hunden, las camas están muy pegadas y no sabes a quién tienes al lado; no hay dónde guardar las pertenencias y tienes que cruzar la calle para bañarte y hacer fila”, denunciaron los migrantes.
Los inmigrantes, hombres en su mayoría venezolanos, entre ellos colombianos y ecuatorianos, reclaman que la terminal no reúne los requisitos para vivir.
De acuerdo con los venezolanos, la alcaldía los habría trasladado a un refugio en Brooklyn, destinado particularmente para hombres solteros, luego de haber sido desalojados del Watson. Sobre esto, afirmaron que el lugar no está condicionado para pernoctar.
“Fuimos allá (a Brooklyn), pero nos regresamos, no es un lugar apto para vivir”, denunció uno de los migrantes.
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