La Conferencia Episcopal Venezolana, mediante un comunicado, exhortan al gobernante Nicolás Maduro a atender el deterioro de la calidad vida y los servicios públicos, y cesar la persecución y revanchismo contra sus adversarios políticos.
En el texto la Iglesia católica venezolana pidió al Gobierno de Maduro un «cambio radical» en la conducción política del país.
«Ante la gravísima situación del país», los obispos publicaron una exhortación pastoral en la que insisten en la necesidad de un giro en la Administración, «lo cual requiere por parte del Gobierno, la suficiente entereza, racionalidad y sentimiento de amor al país».
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), solicitan que se garantice la libertad de acción de las organizaciones no gubernamentales para que estas «puedan ayudar a aportar soluciones a los diversos problemas que enfrentan las comunidades».
La CEV reitera que los derechos humanos en el país «han sido desconocidos», pues «es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos», lo que ha motivado, argumentan, el exódo de los últimos años, que supera los 5,4 millones de emigrantes, según datos de Naciones Unidas.
«Padecemos una inflación indetenible y una devaluación que ha empobrecido a toda la población», prosigue el escrito que dice estar «acompañando e interpretando el sentimiento de la mayoría de los venezolanos».
Los obispos se refieren a la reciente instalación de la nueva Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de contundente mayoría oficialista, al considerar que este hecho «no ayuda a resolver los problemas del pueblo ni crea la confianza para la recuperación del país».
La CEV, al igual que los dirigentes de la oposición tradicional y buena parte de la comunidad internacional han rechazado la elección legislativa .
«La instalación de una AN que carece de fundamento democrático, en medio de un revanchismo, de una descalificación hacia líderes de la oposición, de amedrentamientos y amenazas de persecución».
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