“El éxito no tiene nada de especial, solo se trata de seguir avanzando cuando otros ya han renunciado”. Francisco Alcaide
Esta no es la Venezuela que queremos, sino la que tenemos. El camino para reponer la independencia, la libertad y la democracia, es sumamente difícil, por ello se hace imprescindible, motivar, organizar, movilizar y unir a los ciudadanos. La fragmentación opositora entre venezolanos es hija de las pretensiones hegemónicas, el derecho de admisión que se arrogan las cúpulas y el derecho a veto y exclusión que éstas ejercen en sus predios; eso que los cogollos exhiben como fortaleza para eximir a los ciudadanos del protagonismos que les corresponde, pasando la aplanadora para acabar con las voces racionales, es lo que les impide ser una opción de poder, aislándose de la realidad.
Por eso tomamos la iniciativa política de crear la plataforma “Guayana Libre”; dónde puedan converger liderazgos, partidos, movimientos y ciudadanos, en torno a una política común, diseñada de abajo hacia arriba, libre de pensamientos mágicos y soluciones sobrevenidas. Dónde nadie se reserve el derecho de admisión, ni haga uso del veto como instrumento de supremacía. Que rompa con el odioso círculo de la inercia, inductora directa de la desesperanza, la división y la diáspora.
En Guayana estamos vacunados contra todos esos elementos tóxicos, por eso actuamos con humildad pero con firme determinación. Los partidos son útiles y necesarios, pero los ciudadanos no somos rehenes de ellos.
Tenemos prohibido el desconcierto. Lo único vetado es la inercia. Esto se explica al anticipar los eventos para construir los escenarios que necesitamos para el propósito superior. A falta de iniciativa, proponemos una ruta, factible, viable, con cable a tierra: Regionales plebiscitarias, ni un voto para Maduro, referéndum revocatorio y presidenciales libre.
Ante la ausencia de dirección, avanzamos hacia la construcción de un centro de dirección política, a partir de la legitimidad de origen, mediante el sufragio a propósito de la elección de 3068 cargos de elección popular, entre gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.
A nadie se le exige que renuncie a su partido, para participar en esta iniciativa. Las acciones y decisiones están enmarcadas en el cronograma y calendario electoral. Los acuerdos y definiciones deben darse en los lapsos establecidos. ¿Primarias, encuestas, consensos? Sí, todo esto, antes del 9 de Agosto. Por eso, no podemos esperar por lo engatillados. Aquí no jugamos carrito. Todo lo que hagamos tiene que ser de cara al país, sin maniobra y en el tiempo adecuado.
Dijimos que hemos venido con el propósito de unir, no a dividir; de incluir, no a excluir. Venimos a ser útiles, no héroes. Esa frase se traduce en la foto con Bernabé Gutiérrez. A ningún venezolano con hambre, le interesa los conflictos mellizales entre éste y Henry Ramos y esto es suficiente para romper el paradigma. Si un partido no es capaz de resolver sus diferencias domésticas, menos podrán resolver las complejas dificultades del país. Rompimos sin rodeo con los mantras mágicos, por resultar inútiles. Nos deslindamos por la calle del medio, de la estéril estrategia de la abstención. Salimos de la zona de confort y seguridad, tanto jurídica, económica, como personal al renunciar a la nacionalidad italiana de mis padres, que me dio cobijo y protección en los últimos 2 años, para hoy emprender esta iniciativa.
Desafiamos al decadente argumento quejoso y derrotista, respecto a la trillada composición de la directiva del CNE. Una cosa es, exigir condiciones y otra diferente, es defender el derecho al voto, renunciando a ejercerlo. Más aún, condicionándonos a nosotros mismos, como si no tuviésemos suficiente obstáculos. De ahí, la frase acuñada en su momento oportuno, “pongan a Diosdado Cabello de Presidente del CNE que lo vamos a derrotar por nocaut”. Y el subsiguiente respaldo a Roberto Picón y Enrique Márquez como rectores del organismo electoral.
A medida que avance el proceso, iremos dando oportunas respuestas para empoderar a nuestra gente del discurso convertido en acción; por eso, estamos preparándonos para el día 21N; cuando el régimen salga en la madrugada a tocar la diana, para bajarnos el ánimo, nosotros los estaremos recibiendo en nuestras casas con un estruendoso “cacerolazo del hambre” a la 6 de la mañana, para aguarles el guarapo. Y a las 6 de la tarde, cuando ellos estén anunciando prorroga del proceso electoral, nosotros debemos movilizar a los ciudadanos al centro electoral, con cacerola en mano a ejecutar el “cacerolazo de la victoria”. Hasta que den los resultados, voto masivo y por nocaut con movilización oportuna, mata fraude.
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