Cuando estuve en Colombia muchas veces me preguntaron ¿Por qué no sacan a Maduro?, ¿qué impide a los venezolanos salir de Maduro? Y me sentaba a explicar los motivos que iban desde los militares hoy cómplices del régimen controladores de la droga que entra a Venezuela, el oro, comida, gasolina y pare usted de contar.
Les hablé de las alianzas del régimen con grupos terroristas, desde el Hamas hasta la FARC, les explicaba cómo han hecho brujería en las cuatro esquinas del país, en los billetes imágenes santeras, hasta sacrificios y pactos con el diablo.
El sometimiento de la gente tras un plan bien orquestado por el G2 Cubano iniciado por Chávez y cumplido con creces por Maduro, destruyendo la moral, valores y el aparato productivo y económico del país y bla bla bla…
Son muchos los argumentos pero siempre sin comprender me volvían a preguntar, ¿Por qué no sacan a Maduro? Pregunta que también me hacen todos los días en la calle.
Hoy me doy cuenta que mis argumentos han sido cortos y todo se traduce en dos palabras, porque nos ha faltado SINCERIDAD Y LA VERDAD.
Luego de 22 años de peste ha sucumbido la sociedad venezolana convertida ahora no en opositores, sino en cómplices del régimen. Desde los extractos más bajos del barrio donde a la vecina por no perder la bolsita de comida la obligan asistir y cumplir con las líneas de la revolución, los hombres por la bolsa de comida deambulan con hambre en las llamadas reservas.
Los comerciantes que en su mayoría están “enchufados” logrando algún beneficio que les permita sobrevivir y en otros casos enriquecidos hacen apología del dinero mientras la gente muere de hambre en las calles.
Quienes forman parte de la anarquía les conviene más que gobierne Maduro, para ellos poder seguir gozando del abuso del pueblo. Hasta los políticos y partidos siempre han sido los principales responsables que la el Régimen llegue a 22 años.
No son sinceros en la política, todos se acomodan buscando sus intereses, beneficios, acomodo. Sino vean el caso de los Alacranes o Capriles quien ahora visita las minas de Guayana, Bertucci donde su pecado es mayor al utilizar la palabra de Dios para engañar al pueblo. La misma gente que rodea a Guaidó juegan a mantener al régimen para seguir gozando de los privilegios que el monstruo les ofrece.
No hablan con la Verdad, juegan a espalda de la gente, se traicionan ellos y nos traicionan a todos, porque no hay sinceridad. Existen acuerdos entre “Oposición” y régimen para seguir los dos en la misma ingobernabilidad, gozando los dos de la misma situación mientras el país, yace hecho pedazos, muriendo Venezuela ante los ojos del mundo y solo dos o tres políticos de renombres intentan armar una estrategia para cambiar esta situación.
Los ricos más ricos y los pobres más pobres… así se traduce todo.
Si queremos cambiar las cosas, debemos empezar con sincerarnos y confrontar con la verdad, así sea una verdad dolorosa, pero estoy seguro que sanadora. Son muchos los que hoy están vendidos y han traicionado a su gente, su país. Pero estoy convencido que somos más los que deseamos cambiar esta realidad.
Necesitamos Sinceridad y la Verdad.
Carlos Andrés Monsalve
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