Upata, 16 de marzo del 2022. Con motivo de celebrar el Día del Médico, la Cámara Municipal de Piar realizó una sesión especial que contó con la presencia de la alcaldesa Yulisbeth García, teniendo como orador de orden al Doctor Rodrigo Rojas, quien se ha convertido en un testimonio viviente de fortaleza, vocación y amor por el prójimo.
Conociendo un poco más de la experiencia del doctor Rojas, en el mes de agosto del año 2020 ejerciendo su labor médica en el hospital, enferma de Covid grave y es hospitalizado en estado crítico en centro de salud Raúl Leoni de Guaiparo.
Gracias a la Misericordia de Dios, a las oraciones de los habitantes de esta noble ciudad y de otras latitudes, que rogaban por su sanación, con aportes de la ciencia médica, la mística y la vocación de un equipo de salud entregado a su atención, con las manifestaciones de afecto, solidaridad y entrega de su familia, amigos e Instituciones, se logró su recuperación y de esta manera tenerlo nuevamente en el Hospital y las calles de Upata, sirviendo y ayudando a los necesitados.
Venezuela Informativa les presenta el discurso del doctor Rodrigo Rojas, como orador de orden del día del Médico.
Discurso.
En este día tan especial y de gran significación para nosotros los Médicos en Venezuela, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones que se han escrito sobre la verdadera esencia del ser Médico y las cuales comparto. Para que las nuevas generaciones de médicos y las anteriores a estas nos miremos frente al espejo, nos autoevaluamos y reflexionemos sobre lo que significa ser Médico con vocación.
Es importante destacar que los médicos en Venezuela nos sentimos identificados con el legado del Dr. José María Vargas, por su ejemplo y vocación para hacer aportes científicos para la vida de los seres humanos. Es justo y necesario relatar una breve semblanza de tan destacada figura de gran significación en la historia de la medicina en Venezuela.
El Día del Médico en Venezuela se celebra el 10 de marzo en conmemoración al Natalicio del Dr. José María Vargas, Médico Humanista, Científico, Investigador, Escritor, fundador de la Sociedad Médica de Caracas. Destacó en su época por su dedicación, preparación profesional y aplicación de técnicas novedosas de la medicina en el país.

El Dr. Vargas nació en La Guaira un 10 de marzo del año 1786. Obtuvo su grado de Doctor en Medicina en 1808. En 1813 viajó a Europa para perfeccionar sus conocimientos médicos y quirúrgicos. Fue miembro del Real Colegio de Cirujanos en Londres. En 1819 viajó a Puerto Rico y desarrolló una importante labor profesional y científica, escribió numerosos trabajos y colaboró con la Junta de Sanidad de la Isla. En 1825 regresó a Venezuela ejerciendo su profesión, incorporándose a la Universidad de Caracas como Profesor de Anatomía. En 1827 es electo Rector y recibe el respeto y reconocimiento de la Sociedad Caraqueña por su exitosa labor gerencial y administrativa. Destacó en la docencia, investigación y actividades científicas. En el año 1830 incursiona en la política y en 1834 es electo Presidente de la República de Venezuela, ejerciendo dicho cargo hasta el año 1836 cuando renuncia irrevocablemente al cargo y se dedica exclusivamente a la educación por el resto de su vida. En 1853 sintiéndose enfermo viajó a Estados Unidos, falleciendo el 13 de julio del año 1854. En 1877 sus cenizas fueron trasladadas a Caracas y sepultadas en el Panteón Nacional el 27 de abril de 1877.
Este gran Venezolano, sabio, humano, emprendedor y quién ha sido objeto de profundos reconocimientos, es una figura excepcional y de gran significación en la historia de la República y la medicina.

Hoy día, cuando vivimos una situación de Pandemia que ha afectado gravemente la salud, la vida y la economía de las naciones del mundo, es importante que los Médicos hagamos una profunda reflexión sobre nuestra vital participación en la lucha y control del Covid 19 y atención de los enfermos.
Soy Médico…¿Qué significa ser Médico? ¿Seré yo digno de ser Médico? ¿Tendré yo el carácter, la voluntad, la capacidad de entrega, la fuerza para ser Médico?
Entiéndase que ser Médico significa ser noble, ser honesto, ser generoso, ser comprensivo, identificarse con el dolor ajeno, conmoverse ante una lagrima, ser solidario con el dolor, con el que sufre, con el incapacitado, con el enfermo. No solo se trata de ser un hombre de Ciencia. Ser Médico es: después de Dios ser admirado, ser esperanza, ser soporte, ser calor, ser capaz de ayudar a recuperar la salud, ser un instrumento de Dios para mantener la vida que él nos ha dado. De las profesiones una de las más nobles.

El enfermo busca en el Médico una mirada afectuosa que le ofrezca solidaridad, un oído atento que le escuche sus penas, una mano fuerte que se le tienda para recibir ayuda y calor, una palabra de aliento que alimenta su esperanza, una actitud fraternal para sentirse humano y atendido, que le sirva de asidero para seguir luchando.
Ser Médico es ser diferente. No es posible comprender lo que hacen los médicos. El Médico es capaz de pensar, de actuar, de ejecutar en medio de la confusión que la enfermedad significa; desenvolverse en medio del llanto, del sudor, del olor no agradable, de la embriaguez, de la locura, de los gritos de terror, de la desesperación, de la confusión, en ese espantoso y dantesco escenario que puede llegar a ser un Servicio de Emergencia de cualquier Hospital en una situación de calamidad. Vivir con pasión y entrega el reto que significa enfrentar a la enfermedad y la muerte.

El ejercicio de ésta profesión se haría insoportable si no se lleva en la sangre la vocación de ser Médico, fortalecida ésta, por la educación en valores morales y religiosos inculcados en el hogar, escuela y Universidad.
Es que la medicina es así. No puede ser concebida una profesión tan rica en vivencias, tan viva, tan emocionante, sin la disposición de vivirla plenamente, con todos sus retos, emociones, frustraciones, limitaciones, satisfacciones…es por todo esto tan absorbente. Es por ello que es difícil que sea comprendida por los que no han sido seducidos por ella.
En el ejercicio médico nunca se llega al final del camino; siempre habrá un problema no resuelto; siempre una misma enfermedad será diferente en otro enfermo, nunca una experiencia será del todo valida en otra situación; a veces estaremos en disposición de establecer un pronóstico certero. Y esto es precisamente lo que significa el reto de la medicina, y de allí lo apasionante que resulta su ejercicio.
Lo verdaderamente cierto en la práctica médica, es que el regocijo imaginable siempre derivará de la satisfacción que es capaz de producir el ejercicio de la solidaridad humana.
Recordemos en esencia el Juramento Hipocrático:
JURO SOLEMNEMENTE POR AQUELLO QUE CONSIDERO MAS SAGRADO
Que guardaré lealtad a la profesión de la Medicina y seré justo y generoso con los que la profesan;
Que viviré mi vida y desempeñaré mi práctica con honor y rectitud;
Que mi entrada en cualquier hogar será para beneficio del enfermo hasta el extremo que me lo permita mi saber;
Que viviré de espaldas al mal y a la corrupción y no tentaré a otros a incurrir en vicio;
Que practicaré mi arte con el solo propósito de curar enfermos y no administraré droga ni practicaré operación alguna con propósito criminal, aún cuando se me requiriese; mucho menos sugeriré lo anterior;
Que mantendré inviolablemente secreto todo aquello que pueda oír o ver sobre las vidas de los hombres, que no deba divulgarse.
Si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro.
TODO LO QUE ANTECEDE, JURO.
Importante también refrescar conocimientos sobre el Código de Ética y Deontología Médica, el cual es el conjunto de principios y reglas éticas que han de inspirar y guiar la conducta profesional del médico, él sirve para confirmar el compromiso de la profesión médica con la sociedad a la que presta su servicio, incluyendo el avance de los conocimientos científico-técnicos y el desarrollo de nuevos derechos y responsabilidades de médicos y pacientes. Las pautas contenidas en el deben distinguirse de las disposiciones descritas en las leyes.
Es importante también que las Sociedades hagan una reflexión sobre la necesidad de fortalecer una buena relación médico-paciente, vernos como lo que verdaderamente somos y representamos para alcanzar un óptimo estado de salud y bienestar. Integrarse como sociedad al equipo de salud de sus comunidades para trabajar en estrecha relación por la salud colectiva. Entendernos que como seres humanos podemos tener debilidades, errores y defectos. Que habrá momentos en los cuales no podemos dar el todo con la efectividad deseada y esperada por encontrarnos limitados por factores externos, de recursos necesarios para una excelente atención al enfermo.
El Rol del médico en toda acción de gobierno es prioritario para que la población alcance un óptimo estado de salud que hará posible lograr metas trazadas para el desarrollo económico, industrial, tecnológico, científico, cultural, educativo, social, etc.
Es un buen momento para reivindicar la profesión de médico delante de la sociedad, para recuperar la autoestima, lograr médicos y pacientes una buena seguridad social, para así cubrir nuestras necesidades básicas, realizar estudios de especialización, adquisición de bienes y servicios, disfrutar de actividades recreativas, calidad de vida, lo que le permite alcanzar un mayor rendimiento en el ejercicio profesional.
Colegas Médicos, Señoras y Señores, con la mayor convicción les digo, que esta es una profesión honorable a la que se puede dedicar alguien. Cada día que pasa voy con la cabeza más en alto y me siento más orgulloso de ser lo que soy. Siento que puedo ayudar a todos los que lo necesiten; en definitiva es mí motivación diaria, motivación sin la cual no podría haber llegado hasta donde me encuentro ahora mismo.
Este altruismo por la profesión debe surgir desde el interior de nuestro ser, por convicción, por amor a la humanidad y no verse obligado a colaborar solo por ser poseedor de un Título Universitario o por cualquier interés.
En la universidad nos enseñaron muchas cosas técnicas y metodológicas, pero también aprendí de mis maestros una actitud y unos valores morales en relación con la justicia social y la formación profesional. Confianza, honestidad y compromiso eran los conceptos por incorporar en la forma de pensar y actuar como nuevo profesional.
Me siento orgulloso de pertenecer a una profesión en la que aún es importante la ética, el compromiso con los demás y la capacidad de sacrificio.
Un llamado muy especial a mis hermanos médicos, en ésta época de Pandemia para que nos sumemos al trabajo en equipo y así combatir fortalecidos este mal. Ayudemos en atención a los enfermos para que puedan mejorar de su enfermedad. Pongámonos en el lugar de los enfermos para interpretar su sufrimiento.
Yo, como sobreviviente de Covid por la misericordia de Dios, se lo que se vive y se siente. Estar al borde de la muerte cuando ya la Ciencia Médica no podía hacer más, la mano poderosa y bondadosa de Dios actuó ante el clamor de un pueblo unido en oración que rogaba al Padre Todopoderoso la sanación de apreciado Doctor. Dios escucho y me regreso para cumplir un propósito. Dar testimonio de bondad y grandeza, seguir siendo un instrumento de Dios al servicio de la salud.
Quiero ya para finalizar este discurso, elevar oraciones al cielo por el descanso eterno de los médicos que han fallecido en la paz del Señor y Brille para ellos la Luz Perpetua. De manera especial hoy recordar a colegas nuestros fallecidos durante esta Pandemia de Covid. Los doctores Ramón García Viloria, Joaquín González, Huascar Romero, Atife Habib, Maira Romero, Miretzi Rosillón, Rosa Velazquez. Paz a sus restos.
Dios Bendiga a los Médicos.
Gracias a todos los presentes por su atención.
Bendiciones para todos.
Dr. Rodrigo Rojas Rendón.
Comentarios sobre este post