Las aspiración de toda persona de la tercera edad, es disfrutar de su vejez, una cómoda pensión y los privilegios que deberían gozar estos hombres y mujeres que lo dieron todo por su país. Eso ocurre en otros países donde no existe dictadura.
En Venezuela es todo lo contrario, desde las primeras horas del día es posible ver a los abuelos formarse en las colas de los bancos por efectivo, colas para la gasolina, alimento. Es normal encontrarlos en las calles, vendiendo cualquier cosa para comer y casi siempre mendigando.
La mayor tragedia de los abuelos en el municipio Piar, Upata, estado Bolívar se aprecia en las afueras del banco de Venezuela, tanto en la entidad ubicada en el centro de la ciudad y la sucursal en la urbanización Bicentenario.
Los abuelos pernotan desde la madrugada hasta las horas del medio día, expuesto al sol, lluvia y otros elementos arriesgando sus vidas por 400 mil bs en efectivo unos (0,33) centavos de dólar.
«Buscamos efectivo para comprar más barato, empezamos tratando de guardar los 400 mil para comprar comida», señala Jesús Medina 68 años.
Son incontables las veces que estás personas mayores se han descompensado en plena calle, al estar sin desayuno, problemas de salud u otra condición médica. «Lamentablemente es la realidad que vivimos, yo trabajé 33 años en Sidor y hoy no tengo para comer», explica Concepción Díaz.
En las colas pensionados de las empresas básicas, educadores, abuelos. Personas que ven pasar sus últimos años en la mayor calamidad y miseria que puedan ser sometidos. «Muchas veces venimos por 400 y nos salen con 200 y en billetes de 10 mil que ya nadie recibe. Debemos soportar los abusos, mentiras y engaños de los trabajadores del banco, los engaños de los políticos y el país convertido en una ruina», señala Teresa Castro 72 años. Es una burla las autoridades es sus carros del última gama, indiferentes a la situación de los venezolanos, los abuelos no tienen dolientes en Venezuela.
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