Al conmemorar el primer año de la pérdida física de Franco Colombini, italiano que llegó a Venezuela en el año de 1953, dedicando su vida al servicio de los más necesitados, construyendo una gran familia y dejando tras su muerte un gran legado de servicio, hecho de manera altruista y filantrópica, siempre en el anonimato.
Este 25 de noviembre su familia encabezado por Mario Colombini, junto a sus vecinos y amigos en un acto cargado de sentimientos, recuerdos y buenos deseos conforman la fundación Don Franco Colombini, destinada a servir, donde se necesita tener un buen corazón.
Durante el acto la Fundación Baluarte en la figura del economistas Edgar Carvajal, hizo entrega de un reconocimiento en memoria de Franco Colombini, seguido de la lectura de una breve reseña de su vida y experiencias.
La familia representada por Adriana Colombini y Mauro Colombini este último en el exterior, expresaron sus sentimos hacia el fallecido abuelo.
También se hizo entrega de un par de muletas como primer donativo.
Mario Colombini explicó que los fines de la fundación a corto plazo es crear una farmacia solidaria, para la entrega de medicamento, donación y reparación de muletas, sillas de rueda, camas hospitalarias.
«Ha mediano plazo tendremos una ambulancia para prestar el servicio a las personas más pobres. Aquí las puertas están abiertas para quien desee servir y ayudar, solo se necesita tener un buen corazón» explica Colombini.
Próximamente se realizará la entrega de una biblioteca de al menos 300 libros a la escuela Valle del Yocoima en la comunidad de Altagracia.
Para cerrar el acto el tenor de Upata Eduardo Fernández cantó al público y disfrutaron de un gran agasajo.
Pronto anunciarán cursos de cuatro gratis para los niños.
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